Poco a poco se va disipando la falsa idea de que Ciencia y Humanidades son antagónicas. La una crece al abrigo de la otra y al revés, de manera que el mundo científico tiene como impulso la curiosidad y como objetivo final la mejora del bienestar de las personas. Ambos conceptos no sólo responden a los mismos parámetros que las Humanidades sino que también participan de esa ansiedad del ser humano por querer saber más sobre sí mismo y sobre el universo que lo envuelve.

Generalmente suele olvidarse lo obvio, que cada día tenemos a mano docenas de instrumentos de los cuales nos beneficiamos, sin caer en la cuenta de que son el resultado
de un laborioso recorrido científico. Estamos rodeados de cosas cotidianas que no serían posibles sin la investigación científica. Suele tenerse a la Ciencia como cosa de unos pocos y sin el menor interés general. Y eso, además de ser un error, no es justo, porque el desarrollo de la sociedad del bienestar, de la economía y de una vida más agradable proviene en gran medida de los avances científicos, que siempre van de la mano del pensamiento humanista.

La Ciencia y la Tecnología son una realidad socio-económica, y por ello es necesario recordarlo. Canarias está en un punto en el que la Ciencia está llamada a jugar un papel importantísimo, junto con la Tecnología. Por ello es necesario sacar a la calle la Ciencia y sus aportaciones para favorecer la promoción cultural y transmisión de valores. Esa es la razón por la que celebramos cada año la Semana de la Ciencia y la Tecnología, siguiendo la estela de nuestro ámbito cultural. Es este un período en el que se concentran esfuerzos institucionales y privados para transmitir con claridad el mensaje de que la Ciencia está al servicio de la sociedad en su conjunto. Ese es nuestro propósito, y cada año llegamos un poco más lejos. Por ello les invito a participar de las actividades programadas para esta edición del año 2006.

MARÍA DEL MAR JULIOS REYES
Vicepresidenta del Gobierno de Canarias